Éstas son casi todas las plumas que tengo ahora mismo. Os muestro las mejores (la Montblanc y la Parker Duofold Mosaic), la que más uso en estos momentos (Faber-Castell Ambition Cocos), una pluma de época (vintage, que se dice ahora) Waterman, y otras dos que tienen un significado especial: la Parker que llevo en la agenda y otra Waterman que me regaló R.
Bueno, regalo de R. son todas excepto la Montblanc y la Parker Duofold. La Montblanc me la regalaron mis jefes y compañeras de trabajo del restaurante en el que trabajé durante cuatro años mientras estudiaba. Fue al acabar la carrera, cuando también decidí abandonar mi empleo de universitaria para ejercer, sí ejercer, de aquello que había estudiado.
La Duofold fue un regalo de mis padres, una vez que me porté muy bien y les hice muy felices (suena cursi, pero es así... y hasta aquí puedo leer).
La Waterman roja llegó con el cuaderno Miquelrius (nada que envidiar a los Moleskine y mucho más asequible) un buen día de san Valentín.
Hasta aquí he llegado. Me reservo mis plumas Pelikan para la próxima entrada.
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