Aquí se acaba mi colección de plumas. Bueno, hay otras plumas que todavía guardo, de mis años de bachillerato y de universidad, pero que ya no utilizo. Por aquel entonces, todos los años, en septiembre, me iba al Corte Inglés y me compraba una pluma nueva para iniciar el curso. Eran plumas de dos mil pesetas. Primero utilicé las Parker, pero luego encontré un chollo con las Waterman, tenían unos plumines muy finos. Después de todo, igual estas plumas sí que se merecen un parrafito y una foto (meditaremos la posibilidad).
De las de abajo, la roja y amarilla llegó estas Navidades montada en camello. Pertenece a una colección sobre ciudades del mundo y, ésta en concreto, es la pluma de Shangai. En la página web de Rick Conner (un experto coleccionista) podéis encontrar algo de información in english.
La pluma verde y negra es un modelo 200 (la de Shangai es un modelo 620: hay diferencia) que, a mi entender, tiene la mejor relación calidad-precio del mercado. Bueno, yo me he convertido en una fan incondicional de las plumas alemanas así que entre la Pelikan 200 y la Faber Cocos... es difícil decidirse. Tampoco estaría mal hacerse con un modelo 215 de Pelikan, creo que son las más bonitas del catálogo.
jueves, 24 de abril de 2008
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