El viernes me llegó por correo -postal, el de toda la vida- una carta de Añón informando de que al acabar el año cerrarán la empresa (parece que ya han desmontado la web: www.aigsa.es). Añón es la empresa que le hacía los grabados a A. y también donde hicieron las planchas para los monotipos de Moscardó que deberán aparecer en nuestro primer libro.
¡Qué desastre!
A. dice que debería aprender el oficio y montar un taller de grabados en vez de una imprenta. A mí la verdad es que aprender oficios no me da ninguna pereza, ya lo sabéis (una es que es muy rudimentaria), pero tampoco es cuestión de dispersarse demasiado.
P.D.: Por descontado, el que sepa de algún taller competente que avise.
sábado, 26 de noviembre de 2005
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