Después de dos semanas fuera de casa hoy vuelvo a encontrarme con el ordenador. Quince días en Madrid han dado para mucho: he podido ver una nevada como no la había vivido jamás, he podido coger un buen costipado (parece que ya se ha hecho el ánimo de abandonarme) y he aprendido algunas cositas sobre la edición de libros que, al fin y al cabo, era para lo que me iba a Madrid. ¡Ah! También he conocido Alcalá de Henares, que me ha parecido una ciudad preciosa: me ha sorprendido que todavía conserve muchos edificios de los siglos XV y XVI.
En mi último sábado en la imprenta (el 19 de febrero) me distraje componiendo una tarjeta con el Super Tipo Veloz. Este tipo es una idea que Joan Trochut, un tipógrafo catalán interesado por las vanguardias, diseñó durante la guerra civil. El Super Tipo Veloz consiste en diferentes módulos tipográficos combinables con los que se pueden construir todo tipo de letras y ornamentos.
En la década de 1930 las vanguardias se tornaron cotidianas gracias a la publicidad, que utilizó elementos del futurismo, del dadaísmo, de la Bauhaus o de De Stijl. Era la época del fotomontaje, de los carteles de Josep Renau y de las cajetillas de Ideales.
El Super Tipo Veloz está viviendo ahora una segunda juventud; los diseñadores gráficos han caído en la cuenta de que otros, antes, ya hacían cosas.
miércoles, 2 de marzo de 2005
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario