jueves, 15 de septiembre de 2005

Nadando

Ayer, por fin, volví por la piscina y nadé un rato. Ahora ya tengo mi abono anual; por un precio módico podré nadar todo el año: ya no hay excusas.

martes, 13 de septiembre de 2005

Vínculos

Estrenamos una sección con vínculos, para que visitéis las páginas que más me gustan. De momento, sólo os he ofrecido dos direcciones; pero pronto llegarán otras.

viernes, 9 de septiembre de 2005

La Oficina

¡Ya está! R. y yo nos hemos decidido por un pequeño bajo en una callecita que separa Burjassot de Godella. Allí estará ubicada la Oficina tipográfica futura, y también los despachos desde los que se escribirán las reseñas de La Vanguardia o se corregirán los libros más inverosímiles.
¡Qué ilusión y qué responsabilidad!

miércoles, 7 de septiembre de 2005

Verano oriental

Por estas latitudes no solemos comprar muchos libros sino que los envían las editoriales. El de Haruki Murakami se lo envió Tusquets a R. y fui yo la que lo leí con devoción. Lo acabé hace alguna semana y debo decir que en general me gustó; sin embargo, coincido con el crítico del ABCDelasartesylasletras (esa cosa moderna, con mucho blanco, mucha foto y poco texto que ha venido a sustituir al llorado ABC Cultural) en que le sobran las doscientas páginas centrales. Pero, ¡vale!, no consideraré haber perdido el tiempo: el libro me tenía enganchada desde las cien primeras páginas y me satisfizo en las cien últimas. Total: cuatrocientas páginas de sexo, alcohol, música y quebraderos de cabeza.

Aunque, como decía, aquí recibamos libros para corregir y libros para reseñar, también se compran y se aceptan como regalo.
Este verano me he comprado dos libros: Super-veloz, un tipo moderno de Andreu Balius y Alex Trochut, y La cocina japonesa de Harumi de Harumi Kurihara. Y J. y E. nos han regalado MoMa Highlights, el catálogo reducido -he de suponer- del Museo de Arte Moderno de Nueva York.

El del supertipo veloz es un librito en octavo menor que no tendrá más de cuarenta páginas sobre la tipografía tan familiar ya para los lectores de tipomóvil. Tiene muchas ilustraciones, principalmente reproducciones de los catálogos que Trochut imprimió para promocionar su tipografía. El tipo parece que también se distribuyó con éxito en Francia por lo que ha resultado ser más internacional de lo que yo pensaba. También se cuenta, por supuesto, la historia de la familia Trochut y cómo Joan Trochut (el abuelo de uno de los autores del libro) dio con su invento.

La cocina japonesa de Harumi ha sido un capricho. Con las horas que he pasado dentro de la cocina de la Masía este verano parece que han rebrotado mis ganas de cocinar. Ya hacía tiempo que me apetecía aprender algún plato oriental y el lunes, dando una vuelta por la Fnac, topé con este libro. La tal Harumi parece que es algo así como Delia Smith en Inglaterra, ¿o quizás ahora la comparación deba hacerse con Jamie Oliver? No, mejor Delia. Harumi es una señora bien (la esposa de un conocido presentador de la televisión japonesa) que ahora ella también se ha convertido en un rostro conocido de la televisión, tiene su propia revista de cocina y parece que seguidores por toda la isla del Pacífico. El caso es que con estas credenciales pensé que no me tomaban el pelo: mejor comprar un libro de cocina japonesa escrito por la señora Kurihara que uno escrito por la señora Sánchez. ¡No hay color! Ya os contaré cómo nos va con el mirin, el dashi y el sushi. Entre Kurihara y Murakami estoy de lo más oriental, pero podéis estar tranquilos, mis ojos todavía son redondos.